La Preparación perfecta

Como todo arte, el té también tiene su filosofía y su orden.

Para preparar una buena taza de té, las variables más importantes a tener en cuenta son: el tiempo de infusión y la temperatura del agua.

Se calcula una cucharada de té al ras por cada taza. Al prepararse, la temperatura del agua no debe llegar nunca al punto de ebullición, ya que arruina las hojas y altera el sabor.

Además de elegirse las mejores hebras, también debe cuidarse la calidad del agua. La misma debe calentarse en un recipiente que sólo se utilice para esta función. Se debe calentar la tetera antes de colocar las hebras, para que estas empiecen a desplegar su aroma dentro de un ambiente cálido. Para que el agua no pierda su temperatura ideal, el recorrido entre la pava y la tetera debe ser mínimo.

Y, por último, la regla de oro: respetar los tiempos de infusión. Para un sabor más intenso, se puede agregar mayor cantidad de producto, pero, cumplido su tiempo, las hebras deben ser retiradas del agua para evitar que afecte las cualidades del té o la infusión.